viernes, 7 de octubre de 2011

Abuso y Contexto

Otra forma de clasificar las situaciones de abuso sexual es según el contexto en que ocurren. Así, cuando hablamos de abuso sexual extrafamiliar, nos referimos a situaciones de abuso perpetradas por un agresor que no forma parte del grupo familiar. No tiene que ser necesariamente una persona desconocida, puede ser alguien conocido pero que no pertenece a la familia de la víctima.
Al contrario de lo que la mayoría de la gente cree, los sucesos donde el agresor es un desconocido son los menos frecuentes, debido a que no es tan fácil para un extraño encontrar la oportunidad de abordar a un niño o niña en ausencia de cuidadores. En estos casos el abuso suele ser un evento único y con una alta probabilidad de uso de la violencia física e intimidación, razón por la que es muy probable que la familia se entere inmediatamente y busque ayuda especializada.
En los casos en que el agresor es alguien conocido, pero no es de la familia, el abuso suele tener ciertas características: si el contacto con el victimario es frecuente, generalmente el abuso se hace recurrente y va avanzando paulatinamente (comienza, por ejemplo, con toqueteos, exhibicionismo, o seducción verbal explícita y se va haciendo más intenso hasta terminar en violación) debido a la confianza que el niño o la niña y su familia le tienen al agresor (vecino, compadre, “amigo del alma”), quien aprovechándose de la confianza y el afecto manipula y engaña tanto a niño, niña o adolescente como a su familia. La confianza existente entre el agresor y la familia de la víctima dificulta la capacidad del/la agraviada para detectar el significado de lo que está ocurriendo, y aunque se sienta mal o incomodo/a, se le dificulta buscar ayuda o tiene miedo de que no le crean o lo castiguen.
Cuando el abuso sexual sucede dentro del hogar y es perpetrado por algún adulto de la familia, se llama incesto. El Código Penal considera que hay incesto sólo cuando media un vínculo consanguíneo entre las partes. Sin embargo, desde una perspectiva psicológica, las situaciones calificadas como incestuosas abarcan un espectro más amplio e incluyen cualquier tipo de contacto sexual directo o indirecto del niño, niña o adolescente con otra persona de su hogar – sea consanguínea o no– con quien exista la relación de poder sobre la que se sostiene el abuso sexual (el padre biológico, el abuelo, la tía, el padrastro, el hermano mayor). Desde este punto de vista, lo importante es el lugar simbólico que el agresor ocupa para el niño, niña o adolescente. El incesto es una de las formas más frecuentes de abuso sexual debido al contacto privilegiado que tiene el victimario con la víctima. El incesto también es una de las formas más traumáticas de abuso sexual y ha dejado una terrible huella en cientos de niñas y mujeres venezolanas.

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