sábado, 31 de julio de 2010

Sexualidad, erotismo y calidad de vida

En nuestro artículo anterior subrayamos la importancia de dimensión erótica de la sexualidad como un factor esencial para la calidad de vida y el desarrollo humano. Nuestra motivación para el abordaje de este tema tiene que ver con las preguntas formuladas de forma anónima por un grupo de personas de comunidades rurales quienes participaron en un taller que llevamos cabo en el estado Guarico recientemente. Una de esas preguntas fue: ¿Por qué las personas se ponen frías o sea no sienten deseos de tener relaciones?
En el Diccionario de Estudios de Género y Feminismos compilado por Susana Gamba, se describen una algunas características de la actividad erótica que la distinguen de las prácticas sexuales rutinarias, entre ellas se señala: Lo erótico y lo sugerido son inseparables, lo sugerido permite continuar pensando en aquello que se desea… y queda a cargo de la pulsión (el deseo) completar imaginariamente aquello que no se dice o se muestra. Es decir, lo erótico es la imaginación y la poesía en comunión con el impulso sexual. Rubén Monasterios, por su parte, en su libro Lo erótico/ Lo pornográfico reseña lo siguiente: Sexualidad y erotismo no son la misma cosa; para que la más primitiva función sexual se vuelva pasión o se haga exacerbada debe intervenir otro componente correspondiente a las elaboraciones intelectivas del instinto sexual, y este no es otro que una facultad, que hasta donde sabemos, solo está ampliamente desarrollada en la especie humana: la imaginación; en consecuencia, es del todo válido afirmar que el erotismo es la imaginación puesta en función de la sexualidad. Así es, el erotismo es lo que diferencia la función sexual humana de la de los demás animales del planeta, y es que los únicos seres vivos que tenemos imaginación somos los humanos… y las humanas, por supuesto.
¿Por qué las personas se ponen frías o sea no sienten deseos de tener relaciones? Creemos que las razones son muchas: la idea equivocada de que la principal y única función de la sexualidad es la reproductiva; la idea equivocada de que la sexualidad es un aspecto de nuestra vida del cual debemos avergonzarnos; la idea equivocada de que la sexualidad y la imaginación deberían estar desvinculados; la idea equivocada de que el tiempo dedicado a la sexualidad en un tiempo ocioso, sin oficio; la idea equivocada de que no hay por que hablar de nuestras necesidades y preferencias sexuales con nuestras parejas; las ideas equivocadas y la mala información que manejamos sobre nuestros órganos genitales y la función sexual. Las muchas ideas equivocadas sobre la sexualidad que se manejan en nuestra cultura son las responsables de la dificultad generalizada para poner la imaginación en función de la sexualidad, y elevar así nuestra calidad de vida desde la dimensión erótica.
Los pueblos tienen derecho al bienestar y los placeres sexuales, tienen derecho a disfrutar la dimensión erótica de la sexualidad para mejorar su calidad de vida.
Desarrollar una política educativa que nos permita identificar, conocer y desarrollar los aspectos positivos de la sexualidad y el erotismo, es una deuda pendiente con nuestro pueblo.

sábado, 24 de julio de 2010

Sexualidad y desarrollo

Estimados/as lectores/ras quisiera comenzar mi artículo ofreciéndoles disculpas por abandonarlos/as estas últimas semanas debido a razones de fuerza mayor. Contenta porque nuestra columna ahora será sabatina, alcanzando a un mayor número de personas, vuelvo con mis reflexiones.
Antes de verme obligada a suspender mis artículos viajé a Lezama en Guarico a dictar un Taller de Promoción del Ejercicio Responsable de la Sexualidad Adolescente. Un grupo de lideres comunitarios (sobre todo mujeres) entre los/as cuales había instructores deportivos, trabajadores/as de los centros de salud, integrantes de los consejos comunales y maestras/os se reunieron durante cinco días con nosotras para capacitarse en el diseño y ejecución de estrategias comunitarias dirigidas a prevenir ITS y embarazos en los y las adolescentes de sus comunidades.
En Avesa las preguntas e inquietudes de los/as participantes en nuestros programas de formación son el punto de partida fundamental. Así, en el un ejercicio llamado “El Buzón Secreto” les pedimos a los/as participantes que formulen sus preguntas de manera anónima para que después sean discutidas por ellos/as mismos/as en la plenarias que caracterizan nuestros programas de formación.
¿Hay posibilidad de que los orgasmos nunca se presenten? …Me pregunto por qué yo puedo estar hasta cuatro meses sin tener relaciones… ¿Porqué las personas se ponen frías o sea no sienten deseos de tener relaciones? ¿Por qué a la edad que tengo ya no me provoca tener relaciones sexuales? ¿Por qué algunas mujeres no pueden llegar a un orgasmo? ¿Cómo mantener una buena relación con tu pareja en la cama? ¿Por qué las parejas se aburren? ¿Cómo evitar el deseo sexual? ¿Por qué a unas personas le cuesta llegar al orgasmo y otras llegan rapidito? Preguntas formuladas en su mayoría por las mujeres (de entre 23 y 43 años) que participaron en nuestro último taller en Lezama. Las mismas que tenemos más 20 años ayudando a responder a través de nuestro programa de Educación Sexual Comunitaria.
Las políticas públicas actuales que vinculan sexualidad y desarrollo tienden a centrarse en los aspectos negativos de la sexualidad (la violencia, la explotación sexual, los riesgos de contraer enfermedades, entre otros) excluyendo aspectos positivos como el bienestar, la satisfacción y el placer. Ocurre que las visiones del desarrollo humano vigentes están basadas en concepciones que entienden la sexualidad como un ámbito de la vida que debe ser controlado y canalizado para limitar sus efectos perniciosos. La feminista brasileña Sonia Correa, señala en su artículo titulado Sexualidad, desarrollo y derechos humanos: En la mayoría de los casos, el acento ha estado puesto en alentar a las personas a decirle “no’’ al sexo riesgoso, en lugar de empoderarlas para que puedan decir “si” a un sexo seguro y más satisfactorio. No podríamos estar más de acuerdo. La dimensión erótica y placentera de la sexualidad como factor esencial de la calidad de vida y el desarrollo humano,
-necesaria todos los estratos sociales y muy especialmente los más pobres- será el tema al que dedicaremos nuestros próximos artículos.